Llega diciembre y con este mes la tan anhelada temporada de Navidad y fin de año, en un 2020 diferente y único que recordaremos siempre como el año en el que la resiliencia se convirtió en protagonista ante una situación atípica.
Debimos enfrentarnos a un virus desconocido proveniente de China, que se propagó de forma rápida causando muertes por todo el mundo, sin un tratamiento efectivo y sin vacuna para el SARS-COV-2. Fue necesario aprender de su alto nivel de contagiosidad, las formas de transmisión, las comorbilidades como factores de riesgo, los mecanismos de acción del virus, los tratamientos fallidos y las complicaciones ante la búsqueda desesperada de una cura incierta, lo cual conllevó a iniciar estudios y realizar consensos, publicaciones y análisis de evidencia, entre muchas acciones más que hoy comienzan a dar frutos.
En medio de lo que podría denominarse un año difícil, lleno de grandes retos y aprendizajes, también tuvimos lindas oportunidades, esas que nos llevaron a estrechar lazos familiares, compartir con nuestros hijos y aprender de ellos, retornar a la mesa familiar y realizar un sinnúmero de actividades creativas, innovadoras y diferentes. De igual forma, retomamos el contacto con amigos del pasado así fuera a través de una pantalla y empezamos a valorar lo más básico, aquello que se nos había convertido en invisible en medio de una vida agitada y llena de compromisos.
En el ejercicio de nuestra profesión hemos sido llamados ‘héroes’ en medio de la pandemia, como una expresión de reconocimiento a nuestro esfuerzo y dedicación, sin embargo, tenemos claro que no lo somos, es nuestra vocación de servicio y misión de vida lo que nos impulsa a enfrentar esta situación como lo hemos hecho y como lo dice Sir William Osler: “Estamos aquí para añadirle lo que podamos a la vida, no para tomar lo que podamos de ella”.
Hoy pese a tantas vicisitudes, cansancio físico y emocional, y tristezas y angustias por compañeros, familiares y amigos caídos en la batalla contra el Covid-19, seguimos adelante siendo claros ejemplos de resiliencia y valentía para continuar trabajando en favor de la vida e impulsados por las sonrisas y el bienestar de nuestros queridos niños, niñas y adolescentes.
Nos depara un 2021 en el que las soluciones se irán dando de forma escalonada, pero con una inmensa fe ponemos nuestra mirada en un pronto reencuentro y el abrazo fraterno que alegra el alma.
¡Feliz Navidad y venturoso 2021 queridos colegas!
Marcela Fama Pereira
Presidente SCP