Las cifras muestran un complejo panorama. Falta acompañamiento y pedagogía de los padres.

El 77 por ciento de los adolescentes entre los 12 y los 17 años cuentan con un teléfono propio con plan de voz y de datos. El 97 por ciento de estos equipos son suministrados por los padres, pero solo una tercera parte de esos adultos ejercen algún grado de supervisión sobre el uso que dan sus hijos a estos aparatos.

Así lo explica un reciente estudio del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic), titulado ‘Uso y apropiación de las TIC en Colombia’, el cual revela que “el 66 por ciento de los adultos desconocen los sitios que visitan los menores y las conversaciones que tienen con amigos y desconocidos a través de las diferentes redes sociales que frecuentan”.

Y los peligros son múltiples. Juan Camilo Díaz, profesor del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, afirma, con base en datos oficiales, que las denuncias por ‘sexting’ en el país –práctica en la que niños y adolescentes envían contenido sexualmente explícito por su celular o tableta– se han incrementado un 20 por ciento.

Esto expone a los niños y adolescentes a terminar en manos de redes de pornografía infantil.

Pero no se trata del único riesgo. También está el ‘grooming’, que consiste en ganarse la confianza y amistad de un menor en línea con fines sexuales. Una práctica muy utilizada por pederastas.

Díaz asegura que “la falta de tiempo, de acompañamiento o de interés por parte de los padres” potencia estos riesgos.

El experto agrega que “hay que tener en cuenta que quienes ‘sextean’ se convierten automáticamente en una presa fácil de amigos y compañeros con intenciones de matoneo, e incluso, de delincuentes que pueden llegar a utilizar las imágenes para extorsionar o alimentar redes de pornografía infantil”.

Precisamente por eso, Cristina Plazas, directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pidió esta semana no entregarles un celular inteligente a los niños menores de 14 años. EL TIEMPO consultó a varios especialistas para analizar este planteamiento.

El sicólogo Leonardo Aja Eslava explicó que ser menor de edad significa que esa persona “aún no puede hacerse cargo de las consecuencias de muchas de sus acciones” y los teléfonos inteligentes los exponen de una forma que ellos ni siquiera imaginan.

“Por eso –continúa– , considero que el uso del celular debería restringirse no solo a los menores de 14 años, sino a todos los adolescentes”.

En ese sentido, el sociólogo Fabián Sanabria alerta sobre lo preocupante que resulta en las sociedades contemporáneas haya padres que les regalen un celular a niños de 5 o 6 años.

Para el profesor, la gran pregunta es: “¿A qué edad hay que regalarles uno?” Y dado lo delicado del asunto, se atreve a plantear si no habría que pensar en una situación de “mayoría de edad”.

El experto es consciente de que luchar contra este tipo de situación es prácticamente imposible. “El hambre de conectividad llega a un nivel más alto del que nos imaginamos”, anota, al poner como ejemplo cómo hasta a un niño de bajos recursos le regalan a los 4 años un celular de plástico.

Es algo que está relacionado con la ‘cyberdependencia’ que, según Viviana Quintero, de Red PaPaz, “entre los pequeños es un término que toma fuerza y que incluso puede compararse con la adicción que experimentan los jóvenes que consumen drogas”.

‘Para estar conectados’

Pero surgen contradictores que sostienen que los niños sí deberían llevar un celular. El sicólogo Aja Eslava pone como ejemplo a aquellos padres de familia que lo consideran indispensable “por si acaso” y para “mantenerse conectados”. Algo que según el especialista no tiene sentido, pues ellos están en sus colegios y allí siempre hay como resolver la necesidad de una comunicación urgente”.

La sensación de riesgo no es un tema retórico o de padres extremadamente conservadores. La línea Te Protejo, que entró en operación en el 2012 por iniciativa de Red PaPaz, el Mintic, el Mineducación, varias ONG y la Policía Nacional, ha procesado 32.461 reportes de conductas virtuales peligrosas para niños y adolescentes, desde su creación. Solo este año, van 766 casos.

Gracias a estas denuncias, la Dijín ha logrado bloquear 3.814 páginas web con contenidos de pornografía infantil, el ICBF ha adelantado 403 intervenciones para restablecer los derechos de los menores víctimas y la Policía ha abierto ocho investigaciones contra presuntos responsables.

Del total de denuncias presentadas, el 60 por ciento corresponde a material de pornografía infantil en internet, 15 por ciento de las cuales son por abuso, maltrato o trabajo infantil; 6 por ciento, a ciberacoso y el restante 19, a otras situaciones de vulneración contra menores de edad.

En lo corrido de este año ya han sido bloqueadas 69 páginas por contener imágenes de abuso sexual infantil y se han abierto 10 procesos de restablecimiento de derechos de niños.

El director del programa de Siquiatría Infantil de la Universidad El Bosque, Álvaro Franco, opina que cada caso se debe evaluar de forma particular y no se debe generalizar.

Según el experto, “a pesar del riesgo que puede existir, también hay que ser conscientes de que los celulares o dispositivos no se utilizan únicamente para cosas malas, como el ‘sexting’, y que abren ventanas importantes para los niños”.

Lo principal, dice este experto, es informar, orientar y mantener en niveles óptimos los canales de confianza y comunicación, pues esa es la mejor forma de ayudarlos a enfrentar los peligros que hay en este y otros terrenos de la vida.

Recomendaciones para padres y docentes

– Establezca horarios para el uso de los teléfonos y de las redes sociales en los menores de edad.

– Monitoree las aplicaciones, juegos y páginas web que el menor está utilizando. Esto debe motivar a padres y docentes a actualizarse en materia tecnológica.

– Opte por herramientas que permitan el bloqueo y control de sitios no aptos para menores.

– Verifique que no se compartan datos con extraños y no se descarguen aplicaciones sin el consentimiento de un adulto.

– Desde la Red Papaz y el ICBF aconsejan que, si se toma la decisión de darle a un niño un celular a los 9 años, que se trate de uno tipo ‘flecha’ o uno ‘smartwatch’ para niños (que cuentan con funciones muy limitadas, pero tienen características como permitir a los papás localizar a sus hijos).

– Si a los 14 se les entrega su primer celular
, su uso debe ir acompañado de unas reglas o condiciones, como qué tipo de redes pueden visitar y la prohibición de acceder a contenidos para adultos, como la pornografía.

– Oriente a los menores frente al uso de los celulares en espacios como las habitaciones o durante la cena, con lo cual se podrá evitar que desarrollen conductas de dependencia.

– Propenda porque dispositivos como las tabletas tengan características de herramientas y contenidos que le ayuden a su hijo en el desarrollo intelectual.

– Instruya al menor a que apague su dispositivo móvil
en horas de clase. Docentes también deben estar comprometidos con esta práctica.

Tomado de: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/riesgos-de-dar-un-celular-a-un-menor-de-14-anos-69182