Se pasará de brindar ocho atenciones a 28, para cada niño de 0 a 5 años.

Con una inversión para el cuatrienio de tres billones de pesos, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, planea atender de forma integral a más de 250.000 niños de cero a cinco años de edad.

Para lograrlo, se articularán las Secretarías de Educación, Integración Social, Salud, Cultura y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pues hoy, por ejemplo, si se reporta alguna novedad desde un colegio, el ICBF puede no enterarse de casos tan graves como el acceso abusivo hacia un menor.

La ruta contará con el apoyo de la Nación y del sector privado, con la estrategia ‘De Cero a Siempre’ y que ha tenido éxito en regiones apartadas del país como San Basilio de Palenque.

Se busca garantizar los derechos y el desarrollo integral de los niños, en condiciones de calidad e igualdad. “Este es un logro. La implementación de la ruta es un paso fundamental y un compromiso”, dijo Peñalosa en el Jardín Infantil San Jerónimo de Yuste, de la localidad de San Cristóbal, en compañía de las secretarias María Victoria Angulo, de Educación, y María Consuelo Araújo, de Integración Social.

Metas ambiciosas

Aunque ya se sabe qué partidas habrá para la ruta de la infancia, no han revelado cómo lograran cumplir una lista de metas ambiciosas que serán parte del Plan de Desarrollo.

El propósito es pasar de brindar ocho atenciones priorizadas por la Nación, a 28. Así se les garantizará atención a más niños, incluso desde la gestación.La ruta empieza desde la planeación del embarazo responsable. Los padres serán orientados sobre la importancia del vínculo con sus hijos y tendrán controles prenatales y nutricionales.

Se promoverá la lactancia materna exclusiva los seis primeros meses de vida, se acompañará a la madre en la etapa posparto y se orientará a los padres en planificación familiar.

De otro lado, se buscará que todo menor de edad tenga registro civil de nacimiento y que se atienda inmediatamente si sufre alguna violencia o situación que vulnere o amenace sus derechos. También deberá estar afiliado al Sistema General de Seguridad Social en Salud y tener esquema de vacunación completo. Contará con acceso a consultas, para seguimiento nutricional, de crecimiento y desarrollo.

Desde el punto de vista educativo, los padres deberán acceder a formación en cuidado y crianza, y los niños, a una educación inicial con talento humano cualificado y según su identidad cultural. En este sentido, Peñalosa se comprometió a actualizar los lineamientos pedagógicos.

La otra meta del Distrito es tener un sistema para hacer a los niños un seguimiento detallado, con información sectorial e intersectorial, y así tomar decisiones de política pública.

A lo que le apunta la Administración es a disminuir la maternidad y paternidad temprana, el trabajo infantil, la vinculación a actividades ilegalesrelacionadas con el sistema de responsabilidad penal adolescente y el trabajo infantil.

Y busca prevenir la deserción escolar, mejorar el uso del tiempo libre, ampliar la cobertura de la jornada única y robustecer las estrategias pedagógicas, psicosociales, culturales, recreativas y deportivas.

Cifras alarmantes

Niños que son abusados por sus familiares, colegios donde no se puede proteger a los alumnos de entornos escolares inseguros, muertes por desnutrición o por el descuido de sus padres, son solo algunas de las malas noticias con las que comenzó este año.

Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, a enero del 2016 se han abierto en Bogotá 52 procesos de restablecimiento de derechos a niños, niñas y adolescentes, víctimas de violencia sexual. Las localidades donde más se presenta este tipo de casos son, en su orden, Ciudad Bolívar, Suba, Bosa, Usme y San Cristóbal.

Pero hasta en los centros del ICBF ocurren tragedias como la de una niña de un año y ocho meses que murió en un hogar comunitario de Suba y cuya sede fue cerrada para no afectar la atención de otros menores.

Muchos piensan que por ser la capital, fenómenos de desnutrición como los de La Guajira no ocurren, pero la realidad es otra. Lo evidenció el caso de un bebé de 7 meses que llegó al hospital de Vista Hermosa sin signos vitales y con evidencias de bajo peso y descuido. Según el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, el año pasado el Distrito fue notificado de nueve casos sospechosos de mortalidad por desnutrición, o asociados a ella.

Ni en los colegios los niños dejan de reportar hechos de abuso. Se pudo establecer que durante el 2014 y el 2015 hubo 1.102 casos y 1.603, respectivamente, de posible abuso sexual, que puede ir desde una insinuación hasta acceso carnal violento, reportado desde las instituciones educativas públicas de Bogotá.

Estos casos sucedieron en su gran mayoría en el hogar, luego en el entorno escolar y, por último, dentro del colegio. Un dato grave es que del total reportado, 53 (2014) y 80 (2015) fueron ejercidos por algún servidor de la red de educación pública, es decir, por profesores o directivos de las instituciones.

 

Tomado de: http://www.eltiempo.com/bogota/inversion-del-distrito-a-la-infancia-de-bogota/16550462