El 30 de abril se conmemora el Día Internacional para poner #FinAlCastigoFísicoyHumillante, el cual nos invita a abogar para proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA) de las formas violentas de castigo. La Alianza Global para Poner Fin a la Violencia contra los Niños es una entidad mundial creada en julio de 2016 por el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se centra únicamente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16.2 (para el año 2030), cuyo objetivo es poner fin a todas las formas de violencia infantil, y hace un llamado urgente a la acción para mantenerlos a salvo de hechos violentos, convocando a diferentes asociaciones, gobiernos e instituciones religiosas y educativas, comunidades, etc., a crear conciencia, generar compromisos con liderazgo, establecer un estándar de prevención, movilizar nuevos recursos y promover soluciones, creando respuestas integradas que mejoren la vida de los niños y jóvenes.
El castigo corporal es la forma más común de violencia contra los NNA y a menudo ocurre en su hogar, por parte de aquellos en quienes los niños más confían: sus cuidadores, madre, padre y familiares cercanos. A nivel mundial, cuatro de cada cinco niños entre 2 y 14 años son sometidos a formas violentas de disciplina en sus hogares.
La violencia contra los niños sigue afectando a millones cada año, generando consecuencias devastadoras a largo plazo en las personas, la familia y la sociedad. Se da en todos los países y en todos los entornos: hogar, escuela y red de Internet (ciberespacio), afectando la salud, la educación y el desarrollo integral de los NNA. A pesar de esto, solo el 14% de todos los NNA en el mundo, están completamente protegidos por la ley. La pandemia por Covid-19 expuso a los niños a un riesgo aún
mayor de violencia, explotación y abuso. Se hace necesario un cambio en las leyes, las
políticas, la mentalidad y por supuesto, en la acción.
El castigo con violencia tiene un alto costo para la infancia, su futuro y la sociedad. Viola los derechos, la dignidad humana y la integridad física, así como el derecho a la salud y a su óptimo desarrollo, afectando gravemente la salud mental. Los estudios realizados han demostrado que LA VIOLENCIA NO TRAE BENEFICIOS, por el contrario, tiene un impacto negativo en los niños y puede afectarlos el resto de sus vidas. Además, puede ocasionar problemas cognitivos y de comportamiento, como agresión y depresión, llevar a abandonar las instituciones educativas, tornándose aún más violentos, aumentando el riesgo de abuso de sustancias y comportamiento antisocial, afectando los ciclos de violencia intergeneracional y perpetuando sociedades inseguras y violentas para nuestros niños. Pese a esta evidencia, la sociedad acepta y normaliza el castigo físico, Y… NO ES NORMAL. No se debe golpear un niño, hay que abandonar esta práctica.
Diez organizaciones internacionales de reconocida trayectoria por su trabajo en la prevención de la violencia proponen INSPIRE, (clic aquí para ver el documento), un conjunto de siete estrategias basadas en la mejor evidencia disponible para reducir y prevenir la violencia contra los niños y niñas.
En el marco de la Alianza Nacional contra la Violencia hacia Niños, Niñas y Adolescentes, en Colombia, el Presidente de la República sancionó la Ley 2089 de 2021, por la cual se prohíbe el uso del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes, y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra los NNA. Asimismo, se estableció la Estrategia Nacional Pedagógica y de Prevención, en la cual se proponen acciones pedagógicas, de salud mental, tratamiento psicológico, y manejo psicoemocional, como también la creación de centros de formación y recursos o herramientas para educar, orientar y disciplinar sin violencia.
Así, Colombia se suma al progreso de los últimos 40 años durante los cuales se incrementó de 1 a 63 los países que por ley prohíben el castigo físico en todos los entornos; 25 de ellos en los últimos seis años. Ley que, de implementarse correctamente, reduce la aceptación y el uso de castigos violentos en toda la sociedad, avanzando hasta llegar a la prohibición universal, para que cada niño en cada país esté libre de castigos violentos.
Terminar con el castigo corporal es esencial para mantener a los niños seguros, y se convierte en un gran desafío para los países.
Para responder a este desafío, la Alianza Global para Poner Fin a la Violencia contra los Niños lanzó su nueva estrategia de tres años (2022-24), para reconstruir un mundo más seguro para todos los NNA, la cual refleja la ambición colectiva de todos, unidos con una visión compartida: un mundo en el que todos los niños y niñas crezcan en un entorno seguro y enriquecedor, y proporcione un marco para accionar y colaborar.
Trazando un camino para la acción.
Esta alianza basa sus esfuerzos en torno a tres áreas interconectadas:
- Abogacía colectiva y enfocada.
- Acción colaborativa basada en evidencia.
- Financiación importante y sostenida.
Las iniciativas se centran en mantener a la niñez y adolescencia de forma segura en todos los entornos, con base en la promoción de sus derechos y guiados por cinco valores fundamentales:
- Centrado en los derechos.
- Centrado en el niño.
- Universal e inclusivo.
- Transformador de género.
- Basado en evidencia.
Las propuestas de políticas para 2030 se describen a continuación:
Seguridad en el hogar y en sus comunidades: Catalizar y apoyar la acción nacional para proteger a los niños al crear conciencia, estimular el compromiso de liderazgo y establecer un estándar de prevención. Capacitar a los padres en aspectos de crianza positiva y vincularlos en programas de apoyo.
Proteger a los niños de la violencia en entornos humanitarios: Garantizar que los niños estén protegidos de manera efectiva contra todas las formas de violencia, mediante la implementación de leyes y el apoyo a los padres, priorizando la inclusión de elementos de protección infantil en los planes de respuesta humanitaria y de refugiados.
Internet seguro para los niños: Centrado en hacer que el mundo digital sea seguro para la niñez. Es necesario realizar inversión económica para ampliar las soluciones que protegen a los niños de los daños en línea.
Escuelas seguras, no violentas e inclusivas: Incorporar la prevención de la violencia en las políticas y planes del sector educativo, y realizar inversiones para escuelas más seguras y entornos de aprendizaje inclusivos. Eliminar barreras para permitir un regreso seguro a las aulas.
Prohibir todas las formas de violencia contra los niños para 2030: Garantizar el cambio legislativo y la prohibición legal del castigo físico y la violencia sexual, para que los niños estén a salvo de la disciplina violenta en todos los entornos.
Enhorabuena por nuestros niños, niñas y adolescentes colombianos.
Marcela Fama Pereira
Expresidente SCP
Vicepresidente ALAPE