Piel a piel en tiempos de Covid

Piel a piel en tiempos de Covid

agosto 25, 2020

Dra. María Alejandra García

Pediatra Puericultora

 “Ya estás aquí. Mi voz te nombra. Mi voz, como una barca, se mece entre las luces y las sombras. De corazón a corazón: sístole y diástole, viene a tu cuna la voz de la memoria. Para que vueles al país del sueño, yo sigo aquí, cantándote”.

Yolanda Reyes, ‘El libro que canta’.

Tantas veces hemos visto la mirada expectante y amorosa de unos padres a la espera del mejor encuentro de la vida, que a veces olvidamos asombrarnos ante el momento único del primer llanto, así como olvidamos la belleza, tan clara ante nuestros ojos nublados, de ese primer contacto madre-hijo. No dimensionamos la intensidad que hay tras el primer abrazo en el que se funden, piel con piel.

Y luego, además, las cosas no salen como esperamos. En ocasiones imaginamos una ruta, hacemos planes, trazamos un mapa, y la vida nos enfrenta a caminos diferentes a los previstos. Durante los últimos cinco meses, la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2 o “el Coronavirus” llegó para generar incertidumbre y miedo, para cambiar los planes previstos, y, sin embargo, los bebés siguen naciendo y con ello también lo hacen madres y padres a diario. Nacen hermanos, tíos y abuelos.

Nuestro deber como médicos y en especial como pediatras, es procurar, como insiste Michel Odent (Obstetra francés defensor del parto fisiológico), no perturbar demasiado ese proceso involuntario de dar a luz y por el contrario, propiciar que madre e hijo disfruten este primer encuentro. Podemos empezar entonces, por aplicar los lineamientos de atención de la madre con sospecha o infección por Covid-19 y su recién nacido, de una manera tranquila, consciente y mesurada. Si la madre y el hijo sienten un estrés excesivo, se podría afectar la calidad de esa primera impronta emocional en el recién nacido.

Recordemos las bondades del contacto piel a piel en los primeros minutos de vida, que no son pocas: en el caso del recién nacido regula el ritmo cardíaco, mejora la termorregulación y la adaptación neonatal, promueve el inicio temprano de la lactancia materna así como la lactancia materna exclusiva, disminuye el estrés neonatal, así como en la madre reduce la ansiedad y la depresión postparto, y disminuye el riesgo de sangrado; además, es uno de los instantes más importantes para construir  un vínculo adecuado entre madre e hijo. Sabemos que el recién nacido tiene niveles muy  altos de catecolaminas en especial la primera hora postparto, que fortalecen la memoria  y el aprendizaje e incrementan la sensibilidad por el olor de la leche materna y el arrastre hacia el pecho de la madre, y esto, al final, favorece el proceso de apego.

Sabiendo esto, las guías orientan a que en todos los casos de madres y recién nacidos Covid (+) asintomáticos, se favorezca el contacto piel a piel y el alojamiento conjunto, y se tomen las medidas de aislamiento de contacto y gotas entre madre e hijo: lavado de manos adecuado y frecuente, uso de mascarilla para amamantar y limpieza de mamas y pezones.

En el caso de madres sintomáticas confirmadas con Covid-19 o sospechosas de infección, se debe realizar pinzamiento habitual del cordón sin cambios. Además, puede realizarse el contacto piel a piel con el uso permanente de tapabocas e individualizar la necesidad y duración de aislamiento y separación madre-hijo, según la evolución clínica del neonato. En ningún caso se debe suspender la lactancia materna. Si la separación de la madre  y el bebé es francamente necesaria, se debe optar por la extracción manual de la leche materna, almacenamiento y administración con vaso o cuchara de la misma, para luego favorecer el agarre y la continuidad de la lactancia.

Para concluir, el proceso de dar a luz y luego la adaptación neonatal, no son solo un «acto médico» marcado por un adecuado protocolo que evita cualquier riesgo, dolor o peligro. Es necesario propiciar partos respetuosos y afectuosos en los que se favorezca el vínculo entre la mamá y el recién nacido desde el primer momento. En tiempos de Covid, es fundamental el apoyo materno periparto, permitir llamadas y vídeollamadas, así como el acompañamiento de un adulto bajo todas las condiciones de bioseguridad para la madre y el recién nacido.

Recordemos que el mundo necesita más paciencia, más amor y más cuidados. Favoreciendo la lactancia materna, cuidamos a los recién nacidos, cuidamos la vida, cuidamos el planeta.

 

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