Pediavoz Septiembre 2021
El SARS-CoV-2, también conocido como 2019-nCoV, ha sido identificado como el agente causante de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Esta enfermedad se reportó por primera vez en China expandiéndose en forma rápida hasta llegar a ser declarada como pandemia en marzo 2020(1).
Las vacunas a través de la historia de la humanidad han demostrado ser efectivas y seguras para brindar protección contra las enfermedades prevenibles por vacunas (EPVs) y contra la COVID-19 no debería ser la excepción (2).
Por la severidad de la afectación global, el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 se ha realizado en tiempos notablemente más cortos cuando se comparan con el de otros biológicos. No obstante lo anterior, el proceso para poder autorizar su uso de emergencia ha tenido todo el rigor científico definido para ese fin (3).