Según el ICBF, entre el 1.° de enero y el 18 de julio de este año, han ocurrido 9.345 casos.
Si la tendencia de maltrato contra menores se mantiene como muestran las cifras del 2016 (frente al 2015), los casos que se presentan en Bogotá podrían sufrir un incremento cercano al 10 por ciento.
Esto se desprende de comparar las cifras alcanzadas el año pasado, cuando el total general de casos sumó 15.722, en relación con la proyección que se hace si la tendencia de los primeros seis meses y medio del 2016 persiste: según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entre el 1.° de enero y el 18 de julio de este año, han ocurrido 9.345 casos. Esta cifra arroja una proyección (al finalizar diciembre) de 17.248 episodios. Es decir, ocurrirían 1.526 casos más.
Aunque solo hasta enero del 2017 se sabrá si la tendencia continúa, disminuye o aumenta, los datos llaman la atención. Al respecto, la Secretaría de Integración Social manifestó que desde principios del 2016 se hizo una repotenciación del servicio en las distintas comisarías de familia de la capital. Así mismo, ese despacho implementó una herramienta tecnológica para el procesamiento de los datos que reciben los funcionarios, lo que agiliza la consolidación de cifras. Entonces, si antes el procesamiento de datos se tardaba 11 días, este lapso se redujo a un día.
“Más que la incidencia de casos, se aumentaron las denuncias, porque hoy los servicios para este tipo de procesos son más efectivos y permiten más seguimiento”, agregó la entidad. Lo anterior, además, les ha permitido a las autoridades mayor judicialización de los maltratadores.
Ariel Ávila, investigador de la fundación Paz y Reconciliación, coincidió en que la explicación del aumento de los números a causa de mayor denuncia puede ser parcialmente aceptada. Pero fue más allá y apuntó que sí hay zonas de la ciudad que presentan más vulnerabilidad a la ocurrencia.
“En Bosa, Rafael Uribe Uribe, Kennedy y Ciudad Bolívar sí han aumentado los casos de agresión. Hay cinturones periféricos muy pobres a los que llega población desplazada, con falta de acceso a la educación, mala alimentación y flojos servicios de salud, lo que genera mayor incidencia del maltrato”.
Ávila puntualizó que, de todos modos, el panorama ha mejorado frente al pasado, pues la implementación de la Ley 1620, por ejemplo (conocida comoLey Antimatoneo), ha sido efectiva para generar una disminución en la violencia que involucra a menores (sobre todo por el seguimiento que hoy se hace).
Perpetradores
Por cantidad de episodios ocurridos, el primer tipo de maltrato en los últimos años es la negligencia (casos de abandono temporal, falta de atención, entre otros), seguido por el maltrato físico y en tercer lugar el maltrato psicológico (lea infografía).
El ICBF aclaró que los primeros perpetradores son el círculo familiar inmediato (padre y madre), en segundo lugar familiares como tíos y abuelos, seguidos por terceros.
“Las causas del maltrato, principalmente, están relacionadas con la salud mental de los perpetradores, aunque también se cuentan factores sociales, culturales y económicos”, explicó Sandra Collazos, trabajadora social del instituto.
“Lo más importante es el trabajo con padres y cuidadores, para afianzar la concepción de que ellos son los principales factores de protección de los niños y adolescentes, y que los menores no son la causa de los inconvenientes que padecen los adultos. De igual forma, que los problemas con los menores se pueden resolver sin violencia y que el camino es el diálogo”, expuso la profesional, en cuanto a la labor social que adelanta la institución como forma de prevención.
En relación con herramientas como la Ley Antimatoneo, el ICBF añadió que también trabaja con otras entidades como la Secretaría de Integración y las instituciones educativas, para evitar las agresiones y fortalecer la prevención del maltrato de padres a hijos.
En definitiva, los expertos coincidieron en que las agresiones generan problemas en los desarrollos cognitivo, adaptativo, emocional y afectivo. De ahí la invitación a no bajar la guardia, pues “las cifras muestran que hay unas realidades supercomplejas y las instituciones antes no creían que el tema fuera tan grave”, finalizó Ávila.
Denuncie si sabe algo
Si usted se entera de algún caso de violencia infantil o padece la misma, puede llamar, en Bogotá, a las líneas de atención 6605520, 6605530 y 6605540. También puede hacerlo marcando la línea rápida 123.
En el ámbito nacional se puede comunicar a la línea gratuita 01-8000-918080. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) señaló que no solo se maltrata con golpes físicos, sino con violencia verbal y falta de atención al menor.
Tomado de: http://www.eltiempo.com/bogota/agresiones-contra-menores-de-edad-en-bogota-/16650840