Gracias al estudio realizado por la doctora en salud pública de la Universidad Nacional María Luisa Latorre y a las campañas de prevención, la capital del país redujo drásticamente los decesos por causa del Síndrome Infantil de Muerte Súbita.
Pese a que el Síndrome Infantil de Muerte Súbita (SIMS), es una de las principales causas de deceso de niños menores a un año y a que en el mundo existen campañas para combatirlo, en Colombia los datos oficiales sobre mortalidad no lo registraban. En 2010 la doctora María Luisa Latorre, notó ese subregistro y como parte de su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Colombia, comenzó a determinar el número de infantes víctimas del SIMS.
El síndrome Infantil de Muerte Súbita, para la doctora María Luisa Latorre “es el deceso repentino de un bebé menor de un año. El niño, que se encuentra sano, lo acuestan a dormir y durante el sueño deja de respirar y muere. En la autopsia no se encuentra nada extraño como causa de su muerte”. De hecho, el síndrome no era visto como un problema de salud pública debido a que no había causas aparentes en las muertes de los niños y en las estadísticas quedaban registradas como desconocidas.
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La doctora Latorre examinó las estadísticas de defunciones del Dane de menores en Bogotá y revisó qué casos en los que la causa muerte era desconocida o indeterminada podrían catalogarse como SIMS. Los resultados fueron sorprendentes. Tan solo en 2009, 121 niños murieron el 1,04 por cada 1.000 nacidos vivos, una taza altísima si se te en cuenta que para la época el promedio latinoamericano no superaba el 0,9.
Su trabajo ratificó que este era un problema grave en la ciudad y que la alta cantidad de decesos en niños entre los dos y cuatros meses, se debían a malas prácticas, creencias o recomendaciones erróneas dadas, incluso, por algunos médicos. Por ejemplo, es común que se aconseje a la mamás acostar a sus bebés de medio lado para que en caso de vómito no se ahoguen, una idea falsa. “En todos los casos que analice, ningún niño murió por broncoaspiración producto del vómito. Así que es falso que el bebé debe dormir de medio lado, por el contrario debe dormir boca arriba. Se aconseja que sea en el mismo cuarto de los papás, pero no en la misma cama”, manifestó la doctora Latorre.
Con estadísticas en la mano la doctora en Salud Pública de la Univeridad Nacional buscó apoyo para realizar una campaña de prevención. Por fortuna encontró aliados como las asociaciones colombianas de pediatría, el Ministerio de Salud y los medios de comunicación que implementaron campañas dirigidas a los padres y capacitaciones a los médicos.
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Los resultados positivos comenzaron a verse al poco tiempo y las muertes por SIMS retrocedieron rápidamente. Mientras que entre 2007 y 2010 se presentaron 413 casos, entre 2011 y 2014 disminuyeron a 295, una reducción del 30 por ciento. Y en 2014 la tasa de decesos por SIMS bajo a 0,47.
Ahora Bogotá es abanderada y ejemplo a seguir en la lucha contra este síndrome, gracias a la doctora Latorre, pero ahora ella quiere que estas campañas se implementen a lo largo y ancho del territorio en especial en los lugares más apartados del país
Recomendaciones
- Los niños deben dormir siempre boca arriba, preferiblemente en el mismo cuarto de los padres, pero solos.
- No deben abrigarse de manera exagerada con gorros, cobijas y demás. Es suficiente una pijama térmica y una cobija hasta las axilas.
- Nunca deben dormir con almohada ya que puede obstruir la respiración.
- La mamá no puede fumar durante o después del embarazo. El bebé debe estar en un ambiente libre de humo de cigarrillo.
- Procurar que los bebés duerman sin ningún juguete.
- Las vacunas al día y la lactancia materna previenen este síndrome.
- Se recomienda el chupo en los niños, aunque no se debe obligar su uso.