La mayoría estaba en las Farc. Cauca, Meta, Caquetá, Antioquia y Chocó, las zonas más afectadas.
Entre enero del 2013 y diciembre del 2014, cada mes 26 niños se desmovilizaron de grupos armados al margen de la ley. Fueron en total 619 menores desvinculados de estas organizaciones los que pasaron a protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
La cifra se desprende del más reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que monitoreó los principales aspectos de la situación humanitaria en el país durante lo que va corrido de los diálogos de paz con las Farc.
El documento, conocido por EL TIEMPO, muestra que 421 de esos menores de edad estaban en las filas de las Farc. De ellos, el 83 por ciento (349) se entregó voluntariamente, mientras que el 17 por ciento restante (72) escapó de la guerra por cuenta de las operaciones militares o policiales.
La cifra es sustancialmente diferente de lo que sostienen las Farc, que este año se comprometieron a no reclutar a menores de 17 años y que aseguran que en todos sus frentes no hay más de 13 guerrilleros que no han cumplido los 15 años de edad.
Los otros 198 niños que hoy tiene el ICBF estaban con el Eln o las bandas criminales. La ONU advierte que el flagelo del reclutamiento se da en 28 de los 32 departamentos, pero los más afectados son Caquetá, Cauca, Antioquia, Meta y Chocó.
“Sobre estos casos se destacan las pocas investigaciones que siguen abiertas, las cuales permanecen en etapa preliminar, mientras que la mayoría han sido cerradas sin formulación de cargos”, dice el informe.
En los últimos 15 años han ingresado al programa de Atención Especializada un total de 5.708 niños que han hecho parte de grupos armados ilegales. De este grupo, la mayoría eran adolescentes entre 16 y 17 años (3.732 casos). Sin embargo, hay registro de niños de apenas 9 años.
En contraste, el documento de la ONU también afirma que entre noviembre del 2012 y diciembre de 2014 fueron obligadas a dejar sus tierras al menos 427.795 personas. De este total, el 46 por ciento se atribuye a grupos guerrilleros (Farc y Eln), el 27 por ciento a grupos armados indeterminados y el 18 por ciento, a las bandas criminales.
Los más afectados por el desplazamiento son afrocolombianos e indígenas, que representan el 73 por ciento de víctimas. Sin embargo, la ONU señala que durante los diálogos de paz las acciones bélicas en todo el país han venido en descenso: en el periodo analizado hubo 1.541 hechos, cuando en un solo año podían superarse las 2.000 acciones.
“El alto nivel de cumplimiento de las Farc ha sido reconocido tanto por organizaciones de la sociedad civil como por el Gobierno, y sería un reflejo de la capacidad de control del Secretariado sobre sus frentes en terreno, lo que se constituye en un factor clave al momento de implementar eventuales acuerdos”, destaca la ONU.
En cuanto al secuestro, el documento señala que entre noviembre del 2012 y septiembre del 2014 se denunciaron 624 casos en 29 de los 32 departamentos, lo que representa una disminución de solo el 6 por ciento con respecto al periodo de noviembre del 2010 a diciembre del 2012.
Sobre este aspecto, la ONU concluye que este delito no está tan directamente ligado al conflicto armado y que “uno de cada cinco secuestros tuvo lugar en ciudades capitales como Cali, Bogotá y Medellín, lo que podría estar (más) relacionado con estructuras armadas locales y bandas delincuenciales que ejercen secuestro extorsivo”.
Bandas, una amenaza
Alerta ante aumento de reclutamiento de niños
En las zonas del país donde tienen mayor incidencia, las bandas criminales se han convertido en una amenaza para los menores de edad.
Esto porque se han incrementado los casos de cooptación. Informes de organismos como la OEA señalan que las bandas ya no se llevan a los muchachos sino que los contratan para ‘trabajos ocasionales’ que van desde el tráfico de coca hasta los servicios de informantes. Esta modalidad les permite tener un fuerte control sobre las familias en varios municipios del país.