El pasado 4 de febrero fue instaurado en el año 2000 como Día Mundial contra el Cáncer con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
780 millones de muertes ocurridas cada año en el Mundo se atribuyen al cáncer. 70% de las defunciones por cáncer se registran en países de ingresos bajos y medianos. África, Asia y Centro y Suramérica, hacen parte de una situación que tiende a empeorar por la poca oportunidad en el diagnóstico y acceso a tratamientos.
Si el cáncer sigue avanzando como hasta ahora lo ha hecho, en dos décadas uno de cada cinco hombres y una de cada seis mujeres en el mundo desarrollarán alguno de los tipos de esta enfermedad antes de cumplir los 75 años. Si esto ocurre, en el 2034, cáncer cobrará 13 millones de muertes al año.
En el 2012, los casos más frecuentes de cáncer fueron el de pulmón (1,8 millones de diagnósticos), el de mama (1,7 millones) y de colon e intestino (1,4 millones); y las causas más comunes de muerte, el de pulmón (1,6 millones), de hígado (800.000) y de estómago (700.000).
Según la Liga Colombiana Contra el Cáncer, en las últimas tres décadas los nuevos casos de la enfermedad en el país y en el mundo han crecido un 25 por ciento. Cada año se presentan alrededor de 70.000 nuevos casos en Colombia. El tumor más frecuente en los hombres es el de próstata (10.000 nuevos cada año) y el de mama en las mujeres (9.000 cada año).
Según Raúl Murillo, director del Instituto Nacional de Cancerología, para el 2030 el número de nuevos casos de cáncer en el país podría incrementarse a 120.000.
Ahora bien, entre el 30-40 % de los cánceres se pueden prevenir con un modo de vida sano (teniendo en cuenta los factores de riesgo como: tabaquismo, consumo de bebidas alcohólicas, falta de actividad física, factores alimentarios, obesidad y sobrepeso, contaminación ambiental, Hepatitis B y C, entre otros.)
La situación en los niños es alarmante. 5 de cada 10 niños diagnosticados en Colombia no sobreviven.
Aunque el 80 por ciento de los niños diagnosticados con cáncer en el mundo logran sobrevivir a la enfermedad, en Colombia esas probabilidades se reducen al 50 por ciento.
La razón: la imposibilidad para acceder a diagnóstico y tratamiento oportunos, entre otras.
Ante esto, diversas organizaciones civiles y médicas insisten en la importancia de que al menos en el caso de los niños se establezcan tiempos de espera máximos para citas, procedimientos y tratamientos.
“Un niño que empieza su tratamiento tarde –explica Yolima Méndez, presidenta del Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil– puede tener un pronóstico menos favorable, porque la enfermedad avanza a pasos agigantados”.
Méndez pide que las EPS cumplan con lo estipulado en el artículo 4 de la Ley 1388 de cáncer infantil, que las obliga a autorizar los servicios de forma inmediata.
John Alberto Marulanda, vocero de la Liga Colombiana contra el Cáncer, explica que en los niños el cáncer es una urgencia médica, y en ese orden de ideas los tiempos de espera entre el diagnóstico, la clasificación del cáncer, el inicio de tratamiento y el seguimiento no pueden ser los mismos ni tener las mismas pautas que en los adultos, “pues unas semanas de demora pueden significar para ellos la diferencia entre la vida y la muerte”, añade.
Marulanda pone en evidencia otro problema: la capacitación de los médicos generales, que son la puerta de entrada al sistema de salud. “Muchas veces llegan los niños a urgencias con síntomas de leucemia linfoide aguda y los médicos ni siquiera piensan en cáncer pediátrico. Los niños deben reconsultar una y otra vez, en medio de trabas administrativas, hasta lograr el diagnóstico”.
Con información tomada de EL TIEMPO y de http://www.worldcancerday.org/