La leche humana es el alimento óptimo para todos los recién nacidos y debería ser la única forma de alimentación en los primeros 6 meses de vida. Son múltiples las evidencias existentes de la superioridad de este alimento al compararlo con fórmulas lácteas y otros sucedáneos, incluyendo la prevención de mas de ochocientas mil muertes por año en niños menores de cinco años a nivel mundial, causadas por desnutrición, deshidratación e infecciones respiratorias y gastrointestinales.
Es preocupante que, a pesar de la continua divulgación de esta situación en los últimos años, las cifras de lactancia exclusiva en América Latina y el Caribe y en particular en nuestro país, continúan por debajo de 40% y siguen reportándose vergonzosos casos de niños y niñas muertos por desnutrición.
Este año se cumplen 25 años de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), iniciativa propuesta por la Alianza Mundial de Acción en Lactancia (WABA, por sus siglas en inglés) que se realiza cada año del 1 al 7 de agosto. En 2016 el lema se centró en el aporte que hace la lactancia materna para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con lo cual se intentó alinear los esfuerzos en promoción, protección y apoyo a la lactancia con estos objetivos mundiales, propuestos en 2015 por las Naciones Unidas y que se esperan alcanzar para 2030.
Este año el tema de la SMLM, “Sosteniendo la Lactancia Juntos”, propone un encuentro interdisciplinario para trabajar por el bien común, por esta generación pero también por las futuras. Se trata de reconocer el papel que juega cada uno de los actores en la promoción, protección y apoyo a la lactancia, para luego juntar esfuerzos, comprometerse el el trabajo por las prioridades compartidas, planear las acciones futuras y medir el impacto de los esfuerzos colectivos de manera que la meta sea realizable.
Esta propuesta mundial debería ser acogida con prioridad por todos los gobiernos del mundo, pues redunda en importantes mejoras en el estado de salud, nutrición y bienestar de toda la población. Un informe reciente de la OMS menciona que con una inversión de menos de 5 dólares por cada recién nacido para proteger su lactancia, se pueden tener ganancias de 300 billones de dólares al año 2025. Países como Colombia están dejando de lado esta ganancia por no realizar una inversión en desarrollo de capital humano, que sin duda beneficiaría enormemente la economía del país.
¿Dónde esta el punto de quiebre entre teoría y practica en este asunto?
¿Por qué tantas mujeres y familias desisten de esta práctica salvadora de vidas?
Indudablemente hay una responsabilidad gubernamental que no ha sido asumida, pero no se puede desconocer el papel protagónico del sector salud y la educación superior en este fracaso. En la formación actual de nutricionistas, enfermeras y principalmente médicos, hay una deuda enorme: el tema de la nutrición infantil se ha abordado de forma muy concreta en lo teórico. Médicos y sobre todo, pediatras pueden recitar las necesidades nutricionales a la perfección, los beneficios de la leche humana, las múltiples opciones para reemplazarla -y esto es también un problema por la influencia económica de la industria farmacéutica- pero las instituciones educativas no los han formado suficiente y eficientemente en los aspectos prácticos de la alimentación del recién nacido, como la técnica de lactancia, los problemas mas frecuentes de las madres que amamantan y las diferentes opciones para resolverlos. A la primera dificultad tienen infinidad de marcas comerciales para recomendar y reemplazan la leche humana por leche de otras especies u otros sustitutos.
Y la mujer lactante, que se encuentra en un momento de particular vulnerabilidad, angustiada por el llanto de su bebé, por no poder alimentarlo como lo ha imaginado y abrumada por todos los comentarios a su alrededor, acepta la sugerencia con vergüenza y culpa. Para completar, si por alguna razón el recién nacido o la madre tienen que ser hospitalizados, en la institución de salud recibe alimento artificial en la mayoría de casos, pues no se favorece el alojamiento conjunto.
Es prioritario optimizar la formación en lactancia del personal de salud, para que puedan realizar un soporte efectivo a las madres y bebés que presentan dificultades. Y esta formación debe trascender el tema de beneficios para incluir los aspectos prácticos de la medicina de la lactancia. Este sería un buen lugar para invertir en la infancia, que a todas luces y bajo la mirada de muchos expertos, siempre será una inversión rentable.
Fuentes:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2017/lack-investment-breastfeeding/en/
https://www.unicef.org/breastfeeding/
Tomado de: https://elshabbat.com/uncategorized/lactancia-materna-realidades-desafios/