Ayuda a crear el hábito de la lectura, les enseña a amar los libros y estimula su cerebro.
¿Le gustaría que su hijo fuera brillante y feliz? Todos los padres responderán afirmativamente a esta pregunta, aunque muchos quizás desconozcan que una de las formas de conseguir este objetivo consiste en algo tan sencillo y conocido como es leer para ellos los cuentos.
“Los niños son auténticas ‘esponjas’ y es recomendable leerles cuentos ya que muchos de los procesos sociales, lingüísticos y emocionales los aprenden al escuchar la voz de sus padres”, indica Cristina Rodríguez, fundadora de un proyecto para incentivar la lectura infantil mediante cuentos personalizados.
Para esta emprendedora (www.mumablue.com), el objetivo principal de la lectura es estimular el cerebro infantil, ya que “un niño que lee, será un adulto que piensa, y cuando va creciendo también puede aprender valores o verse identificado con los personajes de los cuentos”.
Todos los libros de Mumablue son personalizados porque, aunque la historia que narran es la misma, se imprimen exclusivamente uno diferente para cada usuario, eligiendo la familia, el nombre y la apariencia del niño o niña protagonista del cuento.
“Leer cuentos a los más pequeños y a los bebés ayuda a crear un hábito de lectura y les enseña a amar los libros, una costumbre que muchos pequeños y jóvenes de hoy están perdiendo debido a la tecnología”, según Rodríguez.
Para esta profesional, “los libros pueden ayudarles a los niños a ‘despegarse’ de pantallas, y si queremos que nuestros hijos sientan interés por la lectura, tenemos que incentivarles con libros que les atraigan”.
Por su parte, Ana Rosa Hortigüela Rufo, maestra de Educación Infantil y colaboradora de la editorial comenta que “escuchar un cuento contado por mamá o papá es lo más gratificante para un niño, y también para sus padres, que están compartiendo con su hijo un espacio de tiempo muy valioso, sobre todo en esta etapa donde prima la inmediatez”.
“Esto le reconforta emocionalmente y le crea unas habilidades sociales que le capacitarán en una serie de conocimientos, con los que podrá afrontar tanto la vida personal como la futura profesional, con más éxito”, según esta docente que imparte clases a niños de 3 a 6 años de edad, en el colegio público Hermanos García Noblejas, situado en Villaviciosa de Odón (Madrid, España).
“Los maestros sabemos lo importante que es trabajar los hábitos en los niños si queremos que se conviertan en rutina y que el niño los interiorice como algo que tiene que hacer porque es bueno para su día a día, y ahí entra en acción el papel de los padres”, asegura Hortigüela.
Según la docente, la lectura se está introduciendo en las casas como algo importante para el desarrollo infantil, y leerle al niño un cuento antes de que termine el día tiene que ser un hábito familiar, tan importante como los de comer fruta o verdura, dormir las horas necesarias o seguir ciertas normas de comportamiento e higiene.
Estimular el cerebro
De acuerdo con Hortigüela, la lectura de cuentos es la forma más lúdica y agradable de estimular el cerebro del niño, que es “extremadamente sensitivo y está muy influido por los factores ambientales, durante ciertos periodos de la infancia”.
Según esta experta, hay estudios científicos que muestran que la estimulación temprana ayuda a establecer un mayor número de interconexiones neuronales en el cerebro y conduce a cambios en el grosor de la corteza cerebral.
Respecto del efecto de la lectura en el desarrollo emocional, Hortigüela señala que “además de que el niño adquiera conocimientos, es muy importante que se trabaje la comprensión y regulación emocional en sí mismo y en su relación con los demás. Con ello desarrollaremos el optimismo y la resolución pacífica de conflictos”.
“Por suerte hay una gran selección de cuentos donde se pueden encontrar emociones como el miedo, la amistad, los celos, la valentía, la dulzura y el cariño, que permiten trabajar con la inteligencia emocional infantil”, añade.
“Además, cuando se le lee un cuento a un niño se le estimula el lenguaje como si fuera un juego, donde se trabaja con su pensamiento, vocabulario, discriminación auditiva, atención, memoria, observación e interpretación de imágenes”, precisa la maestra.
“El cuento es un tipo de discurso narrativo que desarrolla las habilidades lingüísticas y cognitivas”, recalca Hortigüela.
Esta docente recomienda a los padres que lean cuentos a sus hijos desde que son bebés, utilizando cuentos cortos, repetitivos y sonoros, y también en la etapa de la educación infantil, “en lo posible todos los días y utilizando cuentos tipo álbum, donde primen sobre el texto las ilustraciones de buena calidad, para desarrollar su imaginación”, precisa.
“En la etapa de educación primaria también sería aconsejable seguir leyendo cuentos a los niños, sin olvidar que a los adultos también nos gusta que nos lean o nos cuenten historias”, señala.
Según Hortigüela, los efectos positivos de que los padres lean a sus hijos se deben a la voz de la madre o el padre y a la cercanía física con sus hijos, pero sobre todo al tiempo compartido con los pequeños, “que es lo más importante, ya que un niño que se siente querido tiene muchas más posibilidades de tener éxito en su vida adulta, aunque el padre o la madre no sean especialistas en contar cuentos”.
Cinco sugerencias para una lectura estimulante con los niños
Buen ambiente de lectura
Finalmente, hay que buscar un rinconcito tranquilo, con luz acogedora y sin ruidos molestos de fondo, como por ejemplo el sofá del salón, la habitación del niño o en la cama de papá y mamá, a fin de formar una atmósfera ideal para sumergirnos en la lectura.
La forma de leer
No todos los padres tienen una entonación y una vocalización como la de alguien que se dedique a esta actividad, como los maestros y ‘cuentacuentos’, pero seguro que su voz trasmitirá dulzura y cariño, y su vocalización irá mejorando a medida que leer cuentos a sus hijos se convierta en rutina.
El libro ideal
Es conveniente elegir cuentos tipo álbum, con buenas ilustraciones,
ya que el niño a edades tempranas es un gran observador, y al mismo tiempo que se trabaja el lenguaje, se pone en marcha su imaginación.
Lo más importante
Los padres deben leer los cuentos sin prisas y sin estar pensando en todas las tareas que dejan sin hacer por dedicarle ese tiempo a su hijo.
El mejor momento
Es conveniente leerle al niño un rato antes de que se vaya a dormir, para que durante el sueño su imaginación haga su función, aunque el mejor momento es aquel en que los padres estén plenamente dispuestos para realizar esta actividad.
Tomado de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/habilidades-para-leer-cuentos-a-ninos/16652204