Agricultura, turismo y minería son los sectores donde más emplean a los menores.

Las historias de niñas que en las carreteras exponen sus cuerpos para los turistas, de otros menores que pasan varios días bajo el socavón de una mina o de aquellos que invierten la mayoría de su tiempo arando la tierra de su familia son algunas de las evidencias que permitieron identificar 1.287 posibles casos de trabajo infantil en 52 municipios de Cundinamarca.

Esta cifra es el principal avance que arrojó el primer estudio de identificación de esta problemática en el departamento. La Secretaría de Desarrollo Social de la gobernación de Cundinamarca contrató con la caja de compensación familiar Compensar un análisis de las regiones más críticas. (Así están lascifras de la problemática en Cundinamarca)

Durante el 2013, la investigación levantó la información de los principales corredores entre Bogotá y municipios turísticos como Girardot, La Mesa y Villeta, porque allí se concentran las redes de explotación sexual de menores de edad.

Se eligieron 35 municipios de las vías Bogotá-Girardot por Fusagasugá y también por La Mesa, así como la carretera Bogotá- Puerto Salgar vía Villeta. En estos municipios se identificaron 761 posibles casos de trabajo infantil, a través de una sensibilización de personas cercanas al entorno de los menores como las redes de trabajo hoteleras, los comerciantes, los funcionarios públicos, los taxistas, los docentes y padres de familia.

En la segunda fase, que se ejecutó durante el año pasado, el Comité de Erradicación del Trabajo Infantil (Ceti) que reúne a instituciones como el ICBF, las cajas de compensación familiar, el Ministerio del Trabajo y las dependencias gubernamentales, enfocó su trabajo en los municipios cercanos a Bogotá. Se eligieron 21 municipios de la Sabana centro, occidente y de parte de la provincia del Tequendama.

En total se lograron identificar 316 casos. Los municipios con las cifras más altas fueron Facatativá con 85, Anapoima con 80 y Guaduas con 66. Según explicaron expertas en el tema, estas estadísticas no significan que los municipios estén en alerta roja, sino que tienen mejores sistemas para recopilar la información de los menores.

“Ahora estamos notificando a cada alcaldía para que comience a verificar niño por niño, cuál es su situación”, explica Daniel Santos, secretario de Desarrollo Social.

Con estas cifras, las comisarías de familia y los centros regionales del ICBF comienzan a investigar las historias familiares para determinar qué derechos le son vulnerados a cada menor.

Según cifras del ICBF, en el 2014, 49 niños en el departamento fueron intervenidos para reestablecerles sus derechos y se reportaron 142 casos de peores formas de trabajo infantil, como la explotación sexual y la minería. Estos dos sectores siguen siendo los de mayor afectación para los menores de edad, por lo que se hará durante este año una identificación en los municipios de tradición minera.

Además, las actividades de agricultura y ganadería siguen siendo las más comunes en las áreas rurales.

“Todavía es muy difícil que los padres entiendan por qué los niños no deben dedicarse a estas labores”, explica Marta Bustos, funcionaria de la subdirección de Restablecimiento de Derechos del ICBF, porque explica que hace parte del legado generacional que muchos continúen con las responsabilidades de los padres y abuelos, lo que impide un pleno desarrollo de su niñez.

Además del reto cultural, el informe de la gobernación de Cundinamarca también logró identificar que hay debilidades institucionales en las administraciones locales, que muchas veces solo cuentan con un comisario de familia para enfrentar la problemática.

Así están las cifras de la problemática en Soacha

Otro de los focos de trabajo del Comité de Erradicación del Trabajo Infantil (Ceti) para el 2015 será la situación del municipio de Soacha. Según cifras del Sistema de Información Integrado para la Identificación, Registro y Caracterización del Trabajo Infantil y sus Peores Formas (Siriti) del Ministerio del Trabajo, hay más de 39.050 niños vulnerables a esta problemática en el municipio vecino de Bogotá.

De acuerdo con un trabajo contratado por la Secretaría de Desarrollo Social de Soacha, 710 menores se dedican a oficios del hogar, 2.013 estarían vinculados a las peores formas de trabajo infantil, 26.448 estarían en riesgo de caer en esta problemática y 1.074 ya estarían siendo empleados en algún sector económico.

La gobernación advierte que estas cifras deben mirarse con cuidado, porque el Siriti muestra el acumulado de vigencias anteriores y, además, por la complejidad de este territorio, se tiene que hacer una identificación más detallada.

La expectativa es que se coordine con las autoridades de ese municipio un comité con instituciones nacionales y departamentales para trabajar por la situación de los niños que en muchas ocasiones son también víctimas de desplazamiento.

laubet@eltiempo.com

Tomado de: http://www.eltiempo.com/bogota/alarmantes-estadisticas-de-trabajo-infantil-en-cundinamarca/15162835