Se lanza el reporte final “Enfoques para la Equidad”

Equity for Children/Equidad para la Infancia presenta el reporte final “Enfoques para la Equidad”, un estudio iniciado en 2013 con el objetivo de investigar las nociones conceptuales y prácticas sobre el enfoque de equidad, que se manejan en organizaciones internacionales, fundaciones e instituciones de investigación, y como se refleja en sus programas y políticas. Los hallazgos buscan impulsar un entendimiento común sobre la equidad y plantean recomendaciones para los responsables políticos, profesionales e investigadores, para impulsar acciones que incrementen la justicia social, en particular para los niños y niñas más desfavorecidos.

Aunque existe un amplio consenso entre las partes interesadas sobre cómo usar el enfoque de equidad para abordar la pobreza extrema, existen diferencias sobre su interpretación, sus implicaciones y las acciones para alcanzarla. En este sentido, se hace esencial plantear un entendimiento común sobre el significado de la equidad, con el fin de proporcionar un marco de colaboración entre los distintos sectores -políticos, activistas, técnicos y profesionales- que utilizan este marco para alcanzar una mayor equidad para todos/as en todo el mundo.

El enfoque de equidad implica medidas sistemáticas de reparación  para lograr una mayor inclusión. A grande rasgos, se define en términos de justicia social y erradicación de privaciones. Estas características implican circunstancias en las que los individuos nacen, tales como la situación económica,  el lugar en el que habitan, su raza y su género.

La inequidad se manifiesta frecuentemente como barreras para acceder a los servicios; y la razón más citada para perseguir una agenda de equidad es hacer realidad los derechos humanos. Otros resultados del informe sobre la necesidad de construir más equidad incluyen: mejorar el crecimiento económico, la rentabilidad, la sostenibilidad y la cohesión social. En el fondo, el enfoque de equidad requiere de intervenciones intersectoriales que den respuestas integrales, sobre todo para quienes sufren de múltiples privaciones -aquellos que padecen privaciones superpuestas, y que por esto enfrentan peores condiciones de vida-.

La mayoría de los encuestados del estudio están de acuerdo en que entre las poblaciones prioritarias está la infancia que vive en la pobreza, los segmentos más vulnerables de la sociedad y la primera infancia. Este punto de vista refleja el hecho de que los/as niños/as son desproporcionadamente vulnerables a las desventajas y las privaciones. Dentro de los grupos más excluidos, los/as encuestados/as señalan a la primera infancia, como la población con mayor potencial para evitar privaciones de larga duración y con ello poner fin al ciclo de la pobreza.

Recomendaciones clave

Las siguientes 10 recomendaciones están basadas en los hallazgos de este estudio y proporcionan insumos que pueden ser utilizados por gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y demás sectores interesados, para el desarrollo de políticas y programas basados en la equidad:

  1. Garantizar que las políticas e intervenciones incluyan explícitamente a las poblaciones excluidas y  menos favorecidas, y tengan un foco central en la infancia. Desarrollar una mayor inversión en la infancia que vive en la pobreza,  sobre todo desde los primeros años de vida, como la mejor inversión para romper el ciclo de la pobreza.
  1. Priorizar enfoques comunitarios y  basados ​​en contextos sociales, en lugar de aquellos enfoques que plantean una visión de “arriba hacia abajo”, en los procesos de programación, seguimiento y elaboración de políticas.
  1. Incorporar el enfoque de equidad en la programación y las políticas basadas en evidencia, para lo cual se requiere la recopilación sistemática de datos desagregados ​​por sexo, edad, raza, etnia, ingresos, ubicación geográfica y discapacidades.
  1. Impulsar el enfoque de equidad y la participación de las poblaciones más vulnerables y desfavorecidas en la planificación, ejecución y seguimiento de los programas y políticas; en particular las voces y preocupaciones de los niños y jóvenes, no sólo como beneficiarios sino también como agentes de cambio social.
  1. Invertir en estrategias inclusivas de protección social, como un componente clave de la política pública, ya que mejora la vida de los más desfavorecidos, dando resultados positivos para los/as niños/as.
  1. Priorizar en políticas y programas de reducción de la pobreza y, al mismo tiempo, involucrar estructuras macroeconómicas a través de la tributación progresiva, medidas contra la corrupción, las transferencias financieras ilícitas y la evasión fiscal.
  1. Establecer respuestas y políticas integrales para toda la vida y a partir de enfoques intersectoriales que aborden privaciones multidimensionales y superpuestas que sufren los/as niños/as.
  1. Desarrollar metas mensurables con el fin de monitorear el progreso en la reducción de las brechas de desigualdad social y económica, entre niños/as menos favorecidos/as y más vulnerables. Ampliar las evaluaciones a largo plazo y los estudios longitudinales.
  1. Promover e incorporar un enfoque de equidad en los marcos institucionales, organizativos y políticos, más allá de lo desarrollado en temas de género en las últimas décadas. Esto requiere una inversión intensiva en el desarrollo de capacidades dentro de las organizaciones y los gobiernos.
  1. Desarrollar una terminología coherente de los componentes clave del concepto de equidad para una comprensión compartida entre los actores que trabajan por y para alcanzar la equidad en la infancia.

 

Tomado de: http://www.equidadparalainfancia.org/mas-equidad-para-hacer-realidad-los-derechos-humanos/?mkt_hm=32&utm_source=email_marketing&utm_admin=30372&utm_medium=email&utm_campaign=Ms_Equidad