El caso de una menor que ingirió cápsulas de cocaína en Cali no es el único.
Por: CAROLINA BOHÓRQUEZ
El caso de la menor de 11 años que presuntamente habría sido obligada por su padre a ingerir 104 cápsulas de cocaína del tamaño de un chicle de bola es hasta ahora el único reportado por el ICBF en todo el país.
La menor, que estuvo esta semana en la unidad de cuidados intensivos de una clínica del sur de la ciudad –se le estalló una cápsula en el intestino–, ya está consciente, pero no podrá seguir bajo la custodia de la mamá, por lo menos mientras avanza la investigación que el ICBF abrió para restablecer los derechos de la niña.
Este caso desencadenó toda serie de cuestionamientos de parte de las autoridades y activó las alarmas de la Policía, que indicó que en el Valle y en el Cauca ya se han detectado bandas dedicadas a utilizar a niños y adolescentes al servicio del negocio del narcotráfico.
Según el director regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, John Arley Murillo, este año se han reportado en el Valle del Cauca seis casos de niños que han sido manipulados para traficar o portar alucinógenos.
Uno de los más recientes fue el de una niña en la zona de la ladera de Siloé, en Cali, en cuya maleta fue encontrada droga que al parecer sería usada para la venta al menudeo. La menor estaba en un hogar infantil.
También quedaron bajo protección del ICBF tres niños menores de 10 años de la ladera de la capital del Valle, a quienes los usaban para vender drogas en las calles. Otro caso ocurrido en el año en curso se presentó en un bus que transitaba por Candelaria, en el sur del departamento. Las autoridades detectaron que el adulto que acompañaba a una menor llevaba droga y la estaría usando como agente distractor.
Padre, a responder
El papá de la menor que está recluida en la clínica Fundación Valle del Lili por la ingesta de droga en cápsulas fue capturado el viernes en Santander de Quilichao (Cauca) y ya empezó a rendir indagatoria.
El hombre deberá responderles a las autoridades por sus presuntos nexos con una banda dedicada al narcotráfico. Al menos a eso le apunta una investigación de la Fiscalía 54 de la Unidad de Reacción Inmediata, que trabaja en el caso con información de la Policía Antinarcóticos.
La Fiscalía pedirá al padre que aclarare los motivos de un viaje que este hizo el pasado 24 de marzo con la niña a España, el mismo destino a donde planeaba llevarla esta semana. La idea es determinar la responsabilidad de este adulto en la comisión de un delito usando a un menor.
Pero lo más complejo, como lo señala la misma Fiscalía, es la presunta tentativa de homicidio agravado que podría enfrentar el papá de la menor por el riesgo que tuvo su hija y otros delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes. Para abogados expertos en estos casos, como Élmer Montaña, solo por la tentativa el padre podría pagar una pena de 25 años de cárcel, de ser encontrado culpable.
Según el Director Regional del ICBF, algunas versiones indican que antes de lo ocurrido, la niña habría estado con el papá en un paseo de la familia del mismo. Sin embargo, familiares que viven en el primer piso de una casa del sur de Cali, donde residía la madre con la niña, desmienten esa versión y dicen que nunca supieron de él ni de la infante en el pasado puente festivo. El hogar de esta pequeña está conformado por su papá, que había viajado hace poco a España, argumentando que se dedicaría a oficios varios, y por su madre, una ama de casa que dependía económicamente del padre de su hija.
Múltiples viajes
La información que tienen las autoridades es que el capturado habría regresado del país ibérico el pasado 15 de octubre. Así lo determina un pasabordo que la Policía encontró en un allanamiento hecho en el segundo piso de dicha casa, adaptado como un apartamento. Allí convivió el detenido hasta que se fue al extranjero, según información de la Policía.
En la primera planta viven tíos de la niña y dos primos suyos, de 11 y 13 años, que están bajo seguimiento del ICBF, aunque no se les ha retirado la custodia a sus padres porque se ha verificado que por ahora hay garantías para ellos.
Dentro de la investigación de la Fiscalía, se determinó que el padre ya habría estado en España el año pasado. En enero y en abril del 2013 estuvo en Barcelona, mientras que en febrero del 2014 habría regresado a Colombia para viajar de nuevo, pero con la pequeña, el 24 de marzo. El 15 de mayo la niña volvió sola del extranjero y de nuevo, a la vivienda paterna.
Para el Director del ICBF en el Valle, la menor es la pieza clave para aclarar cómo y en qué momento ingirió la droga. Es por ello que la Procuraduría y un defensor de familia ya se han estado entrevistando con la niña, quien una vez salga del centro asistencial será trasladada, con el acompañamiento de la Policía de Infancia y Adolescencia, a una sede del ICBF en Cali. Allí permanecerá durante seis meses como mínimo, mientras el Instituto busca a otros familiares que se puedan hacer cargo de ella y que, como lo ordena la Ley, garanticen que no vaya a correr ningún riesgo. Por ahora, una tía hermana del papá estaría interesada en tener la custodia. Pero si se confirma de nuevos riesgos la niña quedaría bajo la protección definitiva de la entidad.
La Defensoría del Pueblo hizo un llamado a las autoridades de policía y judiciales sobre “la necesidad de judicializar y capturar a los responsables de estos hechos, que evidencian la degradación a la que han llegado los grupos de narcotraficantes, quienes, sin importar la relación que tengan con los niños ni el daño que en ellos puedan infligir, cometen los peores atropellos y las más graves formas de violencia contra sus derechos”.
“Es un hecho vil que debe ser repudiado. Esperamos la más alta condena”, dijo el Director Regional del ICBF, mientras la Personería llamó la atención para que no se baje la guardia contra este tipo de delitos que involucran a menores de edad.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali.
Tomado de http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/ninos-usados-como-mulas/14870464.