Cerca de 8.000 familias de Ciudad Bolívar lograron replantearse su concepto y relación con el licor.
Gracias a un arduo trabajo en el último semestre de este año, cerca de 8.000 familias de la localidad de Ciudad Bolívar lograron replantearse su concepto y relación con el licor.
El programa ‘Sanamente’ –efectuado por la Secretaría de Educación, con el apoyo del colectivo Aquí y Ahora– impactó positivamente 24 instituciones educativas de este sector vulnerable de la ciudad. (Lea también: Familias y comunidad también deben velar por entornos escolares)
Por medio de 96 encuentros y 244 grupos de trabajo, los estudiantes de los grados quinto y sexto, entre los 9 y los 12 años, pudieron reconocer los riesgos del consumo de alcohol. “Nos centramos en la prevención, por eso es que nos enfocamos en estos niños, ya que estas son las edades previas al consumo”, explicó Efrén Martínez, director del colectivo Aquí y Ahora.
Martínez además apuntó que el trabajo involucró a las familias y los amigos de los niños para hacer más efectivas las acciones, ya que si estos tres actores comparten la misma postura se reduce la posibilidad de las conductas de riesgo.
“Este es un tema cultural y de conducta; en ese sentido, tratar la prevención del alcohol tiene que ver con las experiencias de cada persona, y el docente es un persona, el padre de familia es una persona también, lo cual facilita que todos nos involucremos –cuenta Luis Antonio Moreno, orientador del colegio Confederación Brisas del Diamante–. El proyecto es interesante, entre otras cosas, porque se trata de un trabajo en equipo que involucra a toda la comunidad educativa”.
Según el colectivo Aquí y Ahora, en la ejecución del proyecto se encontraron casos aislados de niños que ya han consumido alcohol estando en quinto de primaria, pero no son la mayoría. “Se eligieron esos grupos porque están previos a la edad de inicio establecido para que pueda tener un efecto preventivo. Los adultos estuvieron muy receptivos, con muchas ganas de recibir los beneficios que tiene un niño que no consume alcohol en términos de desarrollo cognoscitivo”, apuntó Martínez. Según él, aún sigue habiendo entre los menores creencias que legitiman el consumo de alcohol, como la de que este sirve para ahogar las penas o conseguir amigos.
La curiosidad y la presión de grupo fueron los dos grandes temas de los encuentros. Estos dos factores, según Martínez, tienen incidencia directa a la hora de que un niño menor de 18 años decida tomar licor o no. La edad es un componente clave en el consumo de alcohol, ya que hay varios riesgos asociados a ingerir este tipo de sustancias.
“El tema no es tanto prevenir la adicción, sino los daños nefastos de consumir a una edad temprana –indicó el director de Aquí y Ahora–. Antes de los 18 años se genera el riesgo de consumir otras drogas; se es propenso a tener más parejas sexuales, además de que se reducen en un 75 por ciento los métodos de planeación; hay de dos a tres veces más posibilidades de sufrir depresión e intentos suicidas; sumado a que se afecta el hipocampo”.
María Gladys Gómez, orientadora del Instituto Educativo Distrital León de Greiff, señala lo conveniente del programa en un sector como Ciudad Bolívar: “Esperamos que los estudiantes y padres tomen conciencia de la importancia de prevenir el consumo dentro y fuera de la escuela”.
La iniciativa de ‘Sanamente’ nació en el 2009, tras las alarmas que surgieron a partir de los resultados de un estudio de la Comisión de Abuso de Drogas de la OEA y el Ministerio de la Protección Social, con el que se reveló que Colombia encabezaba la lista de países en los que más menores de edad consumían alcohol, y además lo hacían de manera más temprana. Se trata de un promedio de 12,2 años para empezar a ingerir licor. “La tasa de Colombia es de un 30 por ciento menos que la de los países que tienen los mayores índices de consumo de alcohol. Acá el problema es que lo hacemos con un patrón abusivo grave, que además se nos normalizó”, aseguró Martínez, e indicó que “mientras en los otros países los resultados se dividen en 365 dosis al año, acá lo hacemos en diez sentadas”. El colectivo ‘Aquí y Ahora’ además explicó que buena parte del trabajo con los estudiantes y sus familias consistió en aclarar que lo que se debe hacer explícito en las casas es la política de ‘cero alcohol para los niños’, en tanto que lo que sucedía en algunos hogares era que los padres de familia creían que lo que debían hacer era enseñarles a tomar a sus hijos.