La tecnología crece día con día y a pasos agigantados, lo que antes era un lujo para algunos, hoy son accesorios de uso cotidiano para la mayoría.
El uso de las nuevas tecnologías ha provocado un cambio radical en el día a día de nuestros pequeños y jóvenes. La realidad que ellos viven es muy distinta a la de hace unas décadas y esto hace que utilicen los aparatos tecnológicos de forma casi automática desde muy pequeños.
Los videojuegos, internet , la televisión y los aparatos tecnológicos como los móviles, tablet u ordenadores, se han convertido en herramientas casi imprescindibles en su vida cotidiana.
En cuanto a los niños, según investigadores, no son actividades apropiadas y requieren de vigilancia de los padres, pero al mismo tiempo pueden mejorar el rendimiento y el desarrollo de facultades cognitivas.
Entonces surgen varias preguntas, como de qué manera afectan los dispositivos a los niños, qué dispositivos afectan más o son de mayor utilidad, cuáles son productivos, de enseñaza, aprendizaje, en fin…
La televisión generalmente se asocia a efectos negativos por el hecho de que los niños pasan frente al televisor por horas sin realizar nada productivo. En cambio, las tablets o ipads tienen la opción de descargar aplicaciones de entretenimiento que al mismo tiempo son educativas, de manera que los niños no solo se entretienen visualmente, sino que también aprenden e interactúan activamente.
Desde el nacimiento hasta los dos años, el cerebro del niño triplica su tamaño, y continúa en ese estado de rápido desarrollo hasta los 21 años. Los estímulos ambientales, o la falta de ellos, son los que determinan el desarrollo del cerebro a esta edad temprana.
Uno de los principales efectos negativos es el uso excesivo . Si tus hijos pasan mucho tiempo frente al ordenador, tablet o televisor, permanecen alejados de la realidad que los rodea y crean un mundo imaginario independiente de la interacción social del que cada vez será más difícil separarlo.
Perjudica física y emocionalmente a tus hijos. Además, determinados contenidos de programas y juegos pueden generarles, por imitación, actitudes agresivas y violentas que pueden repercutir en su conducta diaria. Otros factores secundarios que pueden aparecer son la falta de atención y de rendimiento cognitivo afectando a su desarrollo mental óptimo, déficit de atención y de función ejecutiva, retrasos cognitivos, aprendizaje disociado, una mayor impulsividad y una menor capacidad de autocontrol.
Los pediatras consideran que el uso prolongado de las pantallas genera niños más pasivos, mientras que la falta de contacto físico con otras personas provoca falta de interacción y merma el desarrollo saludable de los sentidos de los pequeños. También afecta su sueño, tanto por el contenido que pueden ver como por el brillo y y las ondas electromagnéticas, emisiones de radiofrecuencia, microondas, sonido, etc.
Dejan el ejercicio físico necesario para el desarrollo saludable, y como consecuencia la obesidad y otras enfermedades. Los niños que ven mucha televisión se exponen a publicidades de comida dirigidas hacia ellos pero sin presentarles nada nutritivo.
Entre otros efectos negativos están el aumento de los porcentajes de depresión, ansiedad, trastornos afectivos, déficit de atención, desórdenes bipolares, psicosis, agresividad infantil, suelen crear una dependencia hacia los dispositivos electrónicos, lo que puede derivar en una adicción.
Hoy en día encuentras numerosas aplicaciones para smartphones, tablets, ipads, etc, interesantes para el aprendizaje y el desarrollo infantil. Presentan muchas ventajas para los niños, ya que están pensadas para que lean y aprendan en un formato de juego interactivo que los hace realmente atractivos para ellos.
Durante la infancia, los niños aprenden por imitación y estas tecnologías táctiles tienen la característica de que, a medida que el niño aprende el manejo y funcionamiento de la aplicación o juego, tiene la posibilidad de imitar los ejercicios y esto le ayuda a continuar aprendiendo mientras se divierte.
Un celular puede ser necesario en cuanto a la necesidad de tener una forma de contacto con los hijos, o incluso ellos realizar llamadas de emergencia o para avisar.
En casa utilizarán la tecnología de la forma más óptima y también estarán protegidos de la violencia y el bullying digital. Por otro lado, en las escuelas, es imposible ignorar que los niños de hoy son aprendices digitales y aprenden mediante dispositivos electrónicos. Hay escuelas que ya basan su dinámica enseñanza-aprendizaje en el uso efectivo de la tecnología desde nivel preescolar, respondiendo, así, a las necesidades de los niños de la era digital.
Hoy en día algunas herramientas tecnológicas de última generación permiten que los maestros en escuelas guíen la clase de manera totalmente digital, logrando que los niños y maestros rompan la brecha tecnológica que los separa y aprendan más y mejor. No se trata de tener una computadora o una tableta en el salón, sino de utilizar estas herramientas de manera significativa para compartir conocimiento y convertir el aula en un Espacio de Aprendizaje Total, lo cual fomenta la creación de niños multicompetentes que enfrentarán de forma exitosa los retos del futuro.
El momento adecuado para darle un dispositivo de tecnología a un niño corresponde al grado de responsabilidades que tiene, y las necesidades y responsabilidades.
Es importante explicarle al niño la responsabilidad que adquiere al tener un dispositivo. Estar pendiente, no botarlo, no abrirlo y no golpearlo. Es importante que los padres hagan seguimiento a cada una de las llamadas o visitas a páginas web, y en su caso el uso de redes sociales, que realiza el niño, contabilizar cuánto dura con cada llamada y ponerle un límite para enseñar el ahorro en servicios con un plan adecuado para ellos.
Evitar las pantallas antes de los 3 años. Numerosos trabajos ponen de manifiesto que no se le aporta nada al niño menor de 3 años al exponerlo con frecuencia a las pantallas.
No usar consolas de juegos portátiles antes de los 6 años. Tan pronto como los videojuegos se introducen en la vida del niño acaparan toda su atención en detrimento de otras actividades.
Internet sólo bajo supervisión de padres y maestros antes de los 9 años. Ellos son quienes deben explicarles las tres reglas básicas del uso de Internet, las cuales son:
Hay que orientar a los pequeños para que hagan un uso responsable de la tecnología y no perciban los dispositivos tecnológicos como medios de entretenimiento únicamente, sino como medios de comunicación, investigación y aprendizaje.
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