Cuando existe un problema de adicción en casa, lo mas grave es mantenerlo en el tiempo por el miedo o la omisión.
Durante las últimas semanas suelen salir noticias acerca del aumento del consumo de drogas, el peligro del microtráfico en los colegios y hasta la pesadilla del Bronx. El asunto puede pasar bastante desapercibido a menos que estés viviendo un tema de estos en tu familia o si de una u otra forma te preocupa que tu hijo este consumiendo drogas. Al principio es difícil imaginarlo, puede que lleguen rumores de parte de otros papás, tal vez algún chisme en el colegio o un evento en el que se veía algo raro, lo cierto es que los padres de familia suelen asociar el consumo de drogas de los hijos con ser malos padres o haber fracasado en dicha tarea: Nada mas lejano de la realidad, pues hace varias décadas sabemos que la familia no es la causa de la adicción, es un fenómeno mucho mas complejo, en donde juegan diferentes variables. Lo que sí es cierto, es que si bien los padres no suelen ser la causa del problema, es muy posible que se conviertan en un serio obstáculo para solucionarlo.
No es fácil pensar que esto puede pasar en nuestra familia, difícilmente un padre tiene en su presupuesto que al llegar la adolescencia se tendrá que enfrentar con un problema de drogas en uno de sus hijos, así es que suelen buscar culpables en su pareja, en el colegio, en los amigos y hasta en la televisión. ¿será que fue porque me divorcié?, ¿En que habré fallado?, ¿será que lo metí en el colegio que no debía?, ¿será por las malas compañías?, preguntas que hacen perder tiempo valioso, pues lo claro actualmente es que los jóvenes prueban las drogas por curiosidad y en algunos casos por presión de grupo o mas bien por el deseo de pertenecer; algunos de ellos con cierta vulnerabilidad construida en la interacción entre los genes, la personalidad y el contexto, desarrollarán una adicción que les haga su vida una desgracia, mientras que otros tendrán experiencias con las drogas y pasarán por esa etapa sin graves consecuencias. Ahora bien, ¿sabemos qué tan vulnerable es nuestro hijo?
Cuando existe un problema de adicción en casa, lo mas grave es mantenerlo en el tiempo por el miedo o la omisión. Muchos padres creen que si ponen límites al consumo de drogas en los adolescentes estos se suicidarán, se irán a vivir a la calle, caerán en la prostitución o dejarán de quererlos, fantasías que difícilmente suceden, pues en la adolescencia la adicción no siempre se ha consolidado, motivo por el cual es mas fácil detenerla a tiempo y que no trascienda a catástrofes mayores, el asunto es: ¿Dejaré de hacer algo que me gusta cuando mis padres me lo permiten, me lo financian o se hacen los ciegos?, obviamente no.
En el Centro de tratamiento para adolescentes que dirijo lo veo todo el tiempo: a veces la familia es la que debería estar en tratamiento!. La culpa por creer que no se ha hecho lo correcto, la sobreprotección y la codependencia, el miedo a que les pase algo malo y el exceso de control suelen ser elementos que terminan haciendo muy difícil la rehabilitación de un hijo con problemas de adicción. Los adolescentes necesitan programas mas familiares que individuales, así como tratamientos especializados en adolescentes, legalmente constituidos y con personal lo suficientemente capacitado.
Ocultar el tema por la vergüenza o el miedo a ser juzgado solo empeora las cosas, pensar que es un simple tema de voluntad, suele hacer perder tiempo valioso, buscar culpables no da el alivio que se busca, posponer el tema lo mantiene en el tiempo. Vivir con un hijo adicto suele ir acompañado de unos padres que lo facilitan. Hay que actuar, hay que buscar ayuda en donde hay que buscarla, no hay que aplazar el asunto y si es preciso hay que pasar por encima de los miedos personales, pues en la vida hay sacrificios de amor que a veces hay que hacer.