Pediavoz Octubre 2014

octubre 28, 2014

Embarazo en adolescentes: Problema de salud pública creciente en Colombia

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Con motivo de la reciente Semana Andina, referente a la prevención del embarazo en adolescentes, desde la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP) nos permitimos hacer los siguientes comentarios.

La falta de apoyo, información y orientación en materia de salud reproductiva y educación sexual para niñas y adolescentes, ha ocasionado que el índice de embarazos en esta etapa de la vida se consolide como un problema de salud pública muy importante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que anualmente alrededor de 16 millones de niñas, de entre 15 y 19 años de edad, dan a luz, y en el caso de países semejantes al nuestro, como México en particular, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) arrojó que para el 2011 por cada 1.000 mujeres que dieron a luz, 37,0 correspondieron a adolescentes, lo que se ha incrementado en comparación con el 2005, en donde por cada 1.000 mujeres, 30,0 fueron adolescentes, y Colombia refleja unas cifras muy parecidas a las de este país. La adolescencia es una etapa muy compleja en el ser humano, ya que si bien ya se cuenta con elementos suficientes para conocer y entender cómo es el mundo, su organismo atraviesa por muchos cambios, tanto físicos como mentales, los cuales no comprenden al 100%; entre dichos cambios se encuentra el despertar y querer iniciar una vida sexual activa, para lo cual hay distintas opciones de acuerdo con la educación que reciban en el hogar o la escuela o según la presión social en la cual se desenvuelva la adolescente.

Las opiniones más conservadoras señalan como la mejor opción la abstinencia total, la cual en la práctica no es el camino a elegir; por lo que más allá de los tabús sociales, e incluso religiosos que hay sobre el tema, es necesario que haya una apertura mucho más realista, y sobre todo prevenir, a través de la educación, un embarazo inesperado en la adolescencia, lo cual trunca su desarrollo como ser humano y afecta otros ámbitos, además de que con una debida protección se evitan diversas enfermedades de transmisión sexual.

Es importante que el gobierno colombiano tome cartas en el asunto, ya que pareciera, señalan algunos expertos, que en la administración gubernamental actual este tema quedó relegado, y por eso es que tanto la tasa demográfica como las cifras de los embarazos en adolescentes se incrementaron de manera notoria. Por ello, resulta urgente implementar una política pública en la que todos los niveles de gobierno pongan énfasis en prevenir este fenómeno social.

En nuestro país el problema es muy evidente y es así como en días pasados la Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Cristina Plazas Michelsen, reiteró la importancia de abordar la prevención del embarazo adolescente como una política de Estado que convoque la acción interinstitucional, así como la participación activa de la sociedad y la familia.

Las cifras de madres menores de 19 años son preocupantes, el ICBF anunció que implementará una línea de trabajo específica que dirigirá toda su acción a esta problemática. “Vamos a fortalecer el trabajo interinstitucional en la reducción de los factores familiares, sociales y culturales que influyen en el embarazo adolescente y que dificultan la construcción de proyectos de vida sólidos para nuestros niños, niñas y adolescentes. Hablamos de una realidad que limita sus posibilidades de tener una educación oportuna y reduce las opciones para el adecuado ingreso al mercado laboral”, señaló la Directora del ICBF.

Las medidas que anunció Plazas Michelsen se sustentan en las alarmantes cifras de embarazo ado- lescente que brindó el mismo ICBF. “Desde el año 2008 hasta el 2013 han nacido cada año, en promedio, 159.656 niñas y niños de madres entre 10 y 19 años”, agregó.

El Observatorio del Bienestar de la Niñez del ICBF también advirtió que: “De este total, alrededor del 4% eran madres entre 10 y 14 años de edad”. Sin embargo, indicó que: “El número de nacimientos de madres menores de 19 años registró una reducción del 8,2% entre el año 2008 y el 2013. Solo durante el 2013, nacieron 153.711 niños y niñas de madres entre los 10 y 19 años”.

Según la Directora del ICBF, se han identificado, a través de una consulta abierta con 50.000 jóvenes del país con edades entre 12 y 18 años, que son variadas las causas por las que no hay una reducción considerable de los embarazos adolescentes. “Hemos identificado que a nuestros jóvenes no les gusta usar los métodosde planificación, especialmente el condón, lo que pasa a ser un factor relevante para fortalecer las campañas de prevención. Igualmente, encontramos que la pareja ha sido el factor que más influye en el inicio temprano de las relaciones sexuales en gran parte de las niñas consultadas”, expresó.

Pese a que en Colombia la tasa del embarazo en adolescentes es del 19,5%, es decir, que una de cada cinco adolescentes entre los 15 y 19 años es madre o está embarazada, hay zonas del país donde las cifras son mayores, por ejemplo, en el Cesar, Casanare, Guaviare, Huila y Magdalena.

Ante ello, la Directora del ICBF comentó que se adelantará acciones especiales y dedicadas en estas zonas, pues el incremento de embarazos adolescentes está relacionado con altos índices de explotación sexual.

Pero, ¿cuáles pueden ser en definitiva las consecuencias del embarazo en la adolescencia?:

Además de poner en riesgo la sa- lud, el embarazo adolescente puede significar un gran obstáculo en las posibilidades de construir un proyecto de vida. Ser madre antes de desarrollar los recursos y habilidades personales para una maternidad efectiva esto es, estar educadas, acumular conocimientos adecuados sobre salud, comenzar a trabajar y participar en la comunidad, restringe las opciones de vida de las adolescentes, pudiendo condenarlas a la pobreza, y pone en peligro a sus niños.

Diversos estudios realizados en Colombia, muestran que el fenómeno del embarazo y la maternidad adolescente afecta en mayor medida a las muchachas pobres y a aquellas con menor educación.

La salud sexual y reproductiva (SSR) es un tema central en la vida de los adolescentes. La manera en la cual es vivenciada y socializada por los adolescentes puede resultar tras- cendental para el resto de sus vidas.

Es así como la SSR adolescente se convierte en un área de atención prioritaria para la comunidad nacional, las organizaciones civiles, las universidades y el Estado, y es aquí donde la Sociedad Colombiana de Pediatría, como ente que agrupa los pediatras colombianos y que dentro de sus objetivos tiene el de velar por el bienestar físico, social y mental de nuestros niños, niñas y adolescentes, debe interactuar e intervenir para impactar positivamente este grupo etario que pertenece al grupo de edad que debe ser atendido por el grueso de pediatras a lo largo y ancho del país.

A continuación, intento resumir los principales desafíos en materia de prevención del embarazo adolescente que afronta nuestro país y sobre los cuales debemos trabajar en equipo como Sociedad Colombiana de Pediatría con todos los actores mencionados:

1. Se deben garantizar los derechos humanos de los y las adolescentes en el ámbito de la salud, incluidos los sexuales y reproductivos.

2. Se deben disminuir las condiciones de vulnerabilidad de la población adolescente.

3. Se deben reducir brechas e inequidades sociales que afectan a la población adolescente, y que hacen que sea más vulnerable al embarazo y maternidad.

4. Se debe articular interinstitucional e intersectorialmente para prevenir la vulneración de los derechos de adolescentes y reducir brechas e inequidades en el acceso a los servicios de educación, empleo, salud, incluido el acceso a los servicios de salud sexual y repro- ductiva, y nutrición y protección social.

5. Se debe promocionar la sexualidad saludable y segura en la población en general y en los adolescentes en particular, incluyendo el uso de la anticoncepción.

6. Se debe incrementar y educar en cuanto al uso de anticoncepción entre los adolescentes (hombres y mujeres), incluyendo el empleo del preservativo como triple protección contra el embarazo, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH/sida.

7. Se debe fortalecer la implemen- tación de la atención integral del adolescente, con servicios diferenciados según sus necesidades y expectativas, que oferten información y atención en SSR, y le den privilegio a la atención por médicos especialistas en pediatría o pediatras con segunda especialidad en Medicina de Adolescentes.

8. Se deben crear o fortalecer redes de servicios de salud sexual y reproductiva específicos y de calidad para adolescentes.

9. Se deben desarrollar modelos de atención integral para adolescentes con énfasis en salud sexual y reproductiva, con enfoque de derechos, género, generacional y sensibilidad cultural, y destacando la prevención y promoción de la salud en el primer nivel.

10. Hay que mejorar la cobertura de los servicios y el acceso de los adolescentes a estos.

11. Hay que eliminar las barreras de acceso socioeconómicas, culturales, institucionales y geográficas a los servicios de atención a los adolescentes.

12. Se deben focalizar las acciones en los y las adolescentes con mayor vulnerabilidad: 10 a 14 años, los que viven en la calle, no acuden a la escuela, los adolescentes indígenas y rurales, y los que viven en zonas de conflicto, que enfrentan embarazo subsecuente, así como aquellos que son migrantes e hijos de migrantes o tienen capacidades diferentes.

13. Se debe contar con personal de salud competente y sensible, para lo cual se deben desarrollar acciones de capacitación de recursos humanos, incluyendo capacitación a nuestros médicos pediatras en esta área tan importante, y recordando que la pirámide poblacional colombiana ya no es pirámide y se amplió en forma de diamante con un grueso poblacional de niños y niñas adolescentes a nivel país. Finalmente, como Sociedad Colombiana de Pediatría presentamos nuestra preocupación por este ya problema de salud pública y seguiremos trabajando en todos los frentes por lograr una buena calidad de atención y, por ende, obtener el bienestar que todos deseamos para nuestros adolescentes colombianos.

 

Nicolás Ignacio Ramos R.

Presidente

Sociedad Colombiana de Pediatría