Pediavoz Octubre 2017

octubre 13, 2017

“Mes de los niños y acciones que favorecen su pleno desarrollo y salud

Es un verdadero motivo de orgullo y satisfacción para mí como Presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP) tener la oportunidad de dirigirme a ustedes, en este mes de los niños, e intercambiar opiniones, con el n de contribuir en la mejora de la situación de la salud y la seguridad infantil.

En esta ocasión, desarrollaré algunos temas que serán de utilidad para tener un mes de los niños lleno de felicidad, como ellos lo merecen, sobre todo para disfrutar de una noche muy segura, en la que nuestra infancia y adolescencia no corra peligro ni se exponga a riesgos innecesarios.

Es suficiente percibir la emoción que representa para los niños vestir un disfraz, para que nosotros como pediatras y adultos también nos pongamos a tono con esta celebración. Aprovechemos cada minuto que nos brinda la vida para estar con nuestros hijos y estimulemos a los padres de los pequeños pacientes a tener la mejor de las fechas.

Recordemos que los niños aman este día, porque es para ellos como un cuento de hadas. Muchos menores durante el transcurso de este mes se sentirán personificando a quienes siempre han admirado en la pantalla chica y grande. Nosotros, como pediatras y padres de familia, podemos y debemos hacer de esta esta un momento aún más especial, un grato recuerdo para no olvidar.

No solo se trata de comprarles el más lindo disfraz, sino de inculcar el respeto por el otro, desde el momento en que recolectan dulces en las casas de sus vecinos, formando parte de los valores que como padres de familia debemos fomentar.

Así que a cantar con alegría, a endulzarse este mes en el mejor sentido de la palabra y a dejar volar la imaginación, pero educando y recordando a los padres de familia, cuidadores y sus pequeños hijos, recomendaciones y precauciones básicas.

Aprovecho esta oportunidad para resaltar que el total goce de este mes y esta de los niños, así como de todos los meses y por ende de su vida, es im- portante tener pequeños saludables y favorecer por todos los medios el buen desarrollo y la expresión de to- das sus potencialidades y capacidades. Una muestra de ello es la óptima y completa inmunización en nuestros niños, niñas y adolescentes.

Sabemos que los costos de estrategias como la vacunación para pre- venir enfermedades pueden parecer elevados, razón por la que muchos países de la región, aunque parezca mentira, no cuentan con vacunas contra la Hepatitis A y la Varicela, ya introducidas en nuestro país; incluso, podríamos mencionar la vacuna contra el Rotavirus, que aún no ha llegado a toda Latinoamérica, un problema de salud que ha cobrado la vida de muchos niños año tras año, a pesar de que su beneficio supera los costos referidos.

Colombia es un país privilegiado, pues actualmente cuenta con uno de los programas ampliados de inmunizaciones más completos y modernos de la región. Este contempla 21 vacunas contra 26 enfermedades, y entre los años 2010 y 2015 ha logrado la universalización de la vacuna contra el Neumococo y la introducción de la vacuna contra la Tosferina en gestantes, con la que se ha disminuido la mortalidad en me- nores de un año de edad, así como con las vacunas contra la Hepatitis A, el Virus del Papiloma Humano (VPH), la Varicela y el Rotavirus.

Cabe destacar el inicio de la tranfusición durante el presente año de la vacuna oral a la inyectable contra la Poliomielitis. Actualmente, los niños colombianos de escasos recursos tienen acceso a la gran mayoría de vacunas que tendrían los pequeños nacidos en hogares con una mejor condición económica.

Hemos venido participando en el Comité Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (CNPI), conformado por las sociedades académicas y científicas del país, y encargado de entre- gar recomendaciones al Ministerio de Salud y Protección Social en todo lo concerniente a los temas de vacunación, caracterizándose así por su compromiso, seriedad y dedicación.

Una de las recomendaciones que más tiempo y estudio tomó al CNPI ha sido la evaluación de cambio de la vacuna conjugada contra Neumococo PCV10 a PCV13, discutida amplia- mente y recomendada positivamente hace ya más de dos años, reafirmando el cambio, el año anterior y por segunda vez, para disminuir de esta forma la morbimortalidad.

Asimismo, quiero en este editorial dar un saludo de felicitación y agrade- cimiento a la Neumored de Bogotá, liderada por el Dr. Germán Camacho y su grupo de investigadores en los 10 hospitales referentes de esta ciudad, así como al Grupo para el Control de la Resistencia Antimicrobiana en Bogotá (GREBO), quienes dentro de un trabajo muy cientí co, serio y transparente se han encargado de hacer aún más visible esta problemática y nos han enseñado y sensibilizado en la importancia de realizar una buena y efectiva vigilancia epidemiológica.

En varios de los análisis de la Neumored se documentó que el serotipo más frecuente es actualmente el 19a, seguido por los serotipos 3 y 6A, y aún más preocupante, que muchos de es- tos aislamientos fueron con per l de resistencia a penicilina, lo que habla clara y contundentemente de la necesidad del cambio de vacuna PCV 10 a PCV 13. Estamos seguros de que, dan- do este paso, nuestro PAI no será sola- mente el más amplio y moderno, sino el más completo en Latinoamérica.

Finalmente, la invitación es a que disfrutemos en familia este mes de los niños y hagamos siempre para ellos y por ellos lo mejor, con el ánimo de beneficiarlos ampliamente a través de nuestra hermosa labor como profesionales de la salud, y especialmente como pediatras.

 

Nicolás Ignacio Ramos Rodríguez 

Presidente Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP)